por Belle & Co
El verano puede hacer estragos en tu pelo, dejándolo sin brillo, resquebrajado y más débil. Especialmente, los pelos largos son las principales víctimas, sobre todo si han sufrido el cloro de las piscinas, el mar o prolongadas exposiciones solares. ¿Es tu caso? Pues si eres partidaria de la belleza verde, y prefieres los remedios naturales sin tener que echar mano de las tijeras ni recurrir a la cosmética industrial, estas en el lugar adecuado.
Por supuesto, no es necesario quedarse medio calvo para sanear el pelo. Como hacían nuestras abuelas, el corte de tan sólo un par de centímetros puede dar como resultado un pelo con mucho más movimiento y mejor aspecto. Y si eres de las que confían en una mascarilla determinada, y quieres enriquecerla, puedes hacerlo añadiéndole una cucharada de mayonesa y la yema de un huevo y/o dejando que penetre en tu cabello al calor del sol, al menos durante media hora.
Además de yema de huevo y mayonesa, también puedes ir combinando con otros ingredientes, como el yogourt natural o recurre a las frutas, como el puré de palta. Si te notas el cabello más opaco, recuerda que el limón y el vinagre le ayudará a recuperar el brillo perdido. Mezclamos el zumo de un limón y una cucharada sopera de vinagre con el champú, en su segunda aplicación. Otro remedio, si tienes una planta de aloe vera al mano, es añadir la pulpa de una de sus hojas, después de licuarla con un poco de agua.
El aceite de oliva, gran aliado de la belleza verde, también te ayudará a recuperar la hidratación capilar, pero intenta no aplicarlo cerca de las raíces, pues perderás volumen. Es un buen remedio contra las puntas abiertas, pero si éstas son muy evidentes, mejor dar un previo toque de tijera.
Recuerda: si tienes el pelo débil, no lo manipules con energía y, sobre todo, no lo desenredes mientras está mojado, pues el cabello húmedo es mucho más frágil que cuando está seco. Por cierto, para desenredar, mejor los cepillos con cámara de aire, de esos que tienen las púas sobre una especie de almohadita, y también es aconsejable que sea de cerdas naturales. Son más caros que los de plástico pero son una inversión a largo plazo que agradecerá tu cuero cabelludo y tu melena.
Y, por supuesto, aunque sé que ya lo sabes, nunca está de más recordar que la mejor hidratación capilar es una dieta equilibrada y una salud cuidada. Prevenir es la clave para lucir un pelo admirable. Por cierto, un truquito al alcance de la mano para prevenir la sequedad del cabello es aplicar en las puntas un poco de aceite de almendras dulces. Si notas que te deja el pelo un tanto graso, aplícalo unas horas antes de lavarte la cabeza. Y si quieres darle más poder nutritivo, añádele un plátano maduro hecho puré.
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