Foto: NuevoPensamiento.
Para comenzar este blog, pensé que resultaría interesante dar algo más que una bienvenida. Por eso les traigo este informe elaborado por DeporteSalud en base a informes de: Ministerio de Salud y Acción Social de la Nación // Comisión de Salud y Acción Social de la Cámara de Diputados // Comisión de Salud de la Legislatura porteña // Fundación FEIM.
A pesar de los múltiples enfoques que a lo largo de la historia ha tenido el tema de la salud de la mujer hubo un caracter instrumental que siempre se ha mantenido: cuidar la salud de la mujer como un requisito indispensable para producir niños saludables.
Esta percepción de la mujer, centrada en el rol reproductivo como única función, ha hecho que por años el enfoque de atención de su salud haya estado parcializado y sus necesidades y expectativas, asociadas a los múltiples roles que la mujer cumple a lo largo de su vida, hayan sido prácticamente ignoradas. Tampoco han sido tenidas en cuenta las circunstancias derivadas del ambiente social y económico que inciden en la capacidad de la mujer para proteger y promover su propia salud y la de sus familias.
Existe una marcada diferencia entre los perfiles de salud y las demandas de prestaciones sanitarias de los hombres y las mujeres, y las mismas no sólo se manifiestan en términos de exposición a riesgos sino que también ponen en evidencia las relaciones de poder e inequidad con respecto a los recursos para encarar dichos riesgos, proteger la salud e influir políticamente en la dirección del proceso del desarrollo sanitario.
Esta inequidad intergenérica, que se da en los niveles social, económico y político de la mujer es un patrón que atraviesa regiones geográficas, clases sociales, etnias y estados de desarrollo, tal como lo vienen demostrando distintos informes sobre desarrollo humano elaborados por el PNUD (Programa para el Desarrrollo de las Naciones Unidas) y por otros organismos internacionales.
Por ese motivo, es indispensable reconocer el riesgo que implica desconocer este hecho y la no menos importante heterogeneidad al interior mismo de la categoría de género e incorporar al análisis el impacto que las variables sociales, económicas y políticas ejercen en las necesidades de las mujeres y en el caracter y la magnitud de las desigualdades inter e intragenéricas.